El nuevo Consejo Rector elegido en la Asamblea de la Entidad celebrada en noviembre pasado ha puesto un decidido empeño en la mejora de aquellos aspectos de la limpieza de La Moraleja que requieren de un cuidado particular.
Una de las líneas de paisaje que se quieren cuidar es el de la eliminación sistemática y en caliente de las posibles pintadas o grafitis que puedan afear alguno de los elementos edificados o de mobiliario de la urbanización. En este sentido ha sido muy llamativa la retirada del grafiti que existía en la pared exterior del edificio que bordea la Nacional A1 en la entrada a la urbanización, y que ha sido acometida recientemente.
La antigüedad de su construcción, justo al inicio de la concepción de La Moraleja, allá por los años 40, le da a este edificio un carácter muy singular. Y, en particular, su fábrica de ladrillo, que está en un estado delicado debido a su proximidad al tráfico de la autopista, ha sido tratada con material anti-grafiti que asegura su perfecta conservación.
La actuación da continuidad a otras emprendidas en la misma zona por el Consejo Rector anterior, como fue la recuperación de las fuentes luminosas en el parterre que precede al pórtico de la entrada a la urbanización,. Y será seguida por otras que el Consejo Rector actual prevé realizar en los próximos meses en la misma zona, y que permitirán un mayor disfrute del pinar allí existente así como una protección mejor del borde con la autopista.